[Pablo]
Después de la plática con Sainz y de ponernos de acuerdo en lo que íbamos a decir, lo dejé un momento y fui a sentarme con Nina para platicar con ella como ya es costumbre. Ella se ha convertido en mi amiga, al grado que, debo confesar, si paso un día sin platicarle se me hace raro, y aunque los temas son principalmente sobre Mar y a veces uno que otro sobre nuestro día, es agradable pasar tiempo con ella.
Nina me escucha atenta mientras le cuento uno de mis más grandes temores que he descubierto desde que Mar duerme a mi lado — me da miedo que se caiga, o en otras palabras, se me caiga a mí. Cada vez que me toca dormir con ella me despierto varias noches por la noche para asegurarme que se encuentra al lado mío a salvo. He soñado que la tengo entre mis brazos y ella se me resb
