Caminé apresurada por los pasillos del hospital universitario Jackson en dirección a la sala de urgencias, donde se suponía estaban todos mis hermanos reunidos a la espera de alguna información sobre el estado de nuestra madre. Sentía mi corazón apretujarse en mi pecho, causándome un intenso dolor a la hora de respirar, aquella llamada imprevista había tirado todos mis planes con Jack a la basura, dándole paso a una inmensa preocupación por mi madre que no se disipaba, por mucho que lo intentara. Al llegar hasta donde ellos se hallaban, Nia corrió a abrazar a Ryan, quien estaba desconsolado paseándose de un lado a otro, este le correspondió el gesto encantando con verla, fundiéndose en uno solo de inmediato. Ahora ella estaba allí para darle la fuerza que necesitaba. Por otro lado,