Llovía. Sin embargo el agua no podía impedir que Rich me estuviera besando y que yo casi le estuviera correspondiendo el beso. Sus labios son tan suaves, me besa con tanta pasión y con algo de inseguridad también. Así que le correspondí el beso totalmente. Elevé mis manos y las enrosqué tras de su cuello, acariciando su cabello. Sus manos bajaron a mi cintura, haciendo masajes suaves en ella. A pesar de que hace unos momentos hacía frío, empecé a sentir calor. Oh, Rich, me gusta esto. Nos separamos un poco. Ahora solo nos veíamos, intentando procesar lo que habíamos hecho. No sabíamos ni qué decir. —Lo siento —se disculpa. ¿Por qué se disculpa? —Está bien. Está todo bien —sonreí. —Deberíamos de irnos —dice, mirando al cielo un poco. —Si, deberíamos correr —caminando jamás llegaría