[ZAMIRA] No sé si he hecho bien en aceptar aquellos regalos caros que mi padre le ha dejado a Rocío; no se como ella pueda llegar a tomar lo que le ha dejado su abuelo, pero lo hecho, hecho está. Entro a la casa y allí esta Nico sentado en el salón jugando con su nueva niñera. —Hola Nadia, ¿Cómo te ha ido con Nico?— Pregunto acercándome a ellos. —De maravilla señora Castelo, Nico es un amor.— Explica sonriente. Me agacho para tomarlo en brazos con cuidado para no hacerle daño a mi bebé y lleno de besos a mi niño. —Te he echado mucho de menos hoy.— Le digo y ríe ante mi intensidad. —¿Y Rocío?— Le pregunto a Nadia. —Hace un momento se ha marchado su amigo Tomás y ahora esta en su cuarto.— Me informa y no puedo evitar reír al escuchar el nombre del chico que trae loca a mi hija. —Vale