Nicolás Fuentes. Dos meses después… Reúno todos los folletos que tengo en mi escritorio sobre la nueva sucursal que tengo prevista comenzar a construir dentro de los próximos días hacia las afueras de La Habana y los apilo para colocarlos en mi maletín. Son poco más de las 15hs y opto por continuar mi trabajo en casa lo que queda de la tarde para estar más cerca de mi pequeña Yaima. Es increíble cómo ha crecido en estos dos meses y cada día me cuesta más hacer esos viajes de trabajo al extranjero y dejarla prácticamente sola en aquella enorme casona con la niñera. Ángela y yo nos hemos mudado hace un mes a una casa que compré a pedido de la misma las primeras semanas del nacimiento de Yaima, por, según ella, sentirse incomoda en una casa que no es suya, alegando no desear pasar el rest