Concentrarme en el trabajo está casi siendo imposible, saber que tendré que sentarme a la misma mesa que él es algo que no me deja en paz, eso sin contar con que deberemos repetir algunas fotos de la sesión mañana. Pensé que esto se acabaría rápido, que solo sería algo de un día, pero al parecer se está extendiendo más de lo que quería. —Nahía —oigo a Mykel y su voz me regresa a la realidad. —¿Sí? —cuestiono volteando para verlo y me sorprende cuando veo que lleva una funda de ropa colgando en su antebrazo—. ¿Y eso? —indago confundida. —Es para ti —dice acercándose un poco más a mí. —¿Para mí? —Es un vestido de gala, conozco a Latchan y sus cenas nunca son informales, no quiero que te sientas incomoda, por eso me atreví a traerte esto —continua y me entrega el vestido. —No sé cómo ag