Cuando le dije a mis padres que quería vivir mi vida conociendo y tomando fotografías de cada paisaje que viera, ellos me pusieron una sola condición, o, mejor dicho, me pidieron un solo favor. Lo único que querían era que fuera responsable y que me cuidara. Hoy siento que he fallado y que tal vez debí seguir algunos consejos que ellos me dieron. Tal vez no hubiese sido tan mala idea haber estudiado, o haber hecho las cosas de una forma un poco más convencional y no haber sido tan aventurera. Miro a la pantalla de la computadora, pero no consigo concentrarme en nada y es que no dejo de pensar en la propuesta que me hizo Mykel. Casarme con él me parece una verdadera locura. Apenas lo conozco, y por si fuera poco no solo habla de casarnos, sino que también darle su apellido a Malí. Me par