Desde que paso lo que paso esta mañana, ni él ni yo hemos dicho una sola palabra al respecto. Creo que es él quien ha evitado el tema ya que solo ha hablado de temas al azar como las próximas sesiones de fotos, los artículos que se están escribiendo para la revista y demás cosas. Ahora, incluso después de dejar a los niños en la guardería, él sigue hablando de cualquier cosa y yo no sé qué hacer. —Mykel, no me gusta que sigas tratando de evitarme —me atrevo a decirle cuando ya estamos en su oficina. Él deja el maletín a un lado de su escritorio y toma asiento con toda la intención de ponerse a trabajar tal y como si nada estuviera pasando. —Cariño, yo no te estoy evitando—se justifica y vuelve a concentrarse en la pantalla de la computadora. —Estás actuando como si yo no estuviese aquí