—Mira nada más a quién tenemos aquí, a la mujer que le quito el padre a mi hijo—dice Romina poniendo su mano sobre el vientre plano. —No voy a caer en tus provocaciones, si me permites tengo que irme. Se acerca mucho a mi. —¿Ya se murió Ghost? La serpiente que lo mordió era muy venenosa—dice casi susurrando para que nadie la escuche. Me doy la vuelta furiosa y sin pensar en nada le doy una bofetada que la hace caer al suelo. —Estoy embarazada y tú te atreviste a golpearme, no cabe duda que eres una mujer sin escrúpulos. —Tal vez yo sea una mujer sin escrúpulos pero jamás he inventado un embarazo, ni he amenazado a un niño y mucho menos he tratado de matar un caballo. —No digas tonterías yo soy incapaz de ... Ann se acerca a mi y cuando pienso que me va a decir algo se da la vuelta