—¿Y tú ropa? —Tengo calor. Sonrío y le doy la espalda. —¿Me vas a dejar así? —¿Así cómo? —Con ganas de hacerte el amor. —Dijiste que tenías calor, no que tenías ganas de hacerme el amor. Sonríe y me da la vuelta, empieza a besarme y pasa sus manos por mi barriga. —Te ves tan hermosa. —No digas tonterías Liam. —No son tonterías, me tienes completamente loco. Me quita la ropa y cuando menos lo espero estamos haciendo el amor, por el tamaño de mi barriga es difícil encontrar una posición cómoda pero Liam siempre la encuentra, parece que conoce mi cuerpo a la perfección, cada parte que toca o acaricia me lleva a un placer impresionante. —Liam... Me besa para acallar mis gemidos, parece que con el embarazo me he vuelto más sensible a sus caricias y sin poder evitarlo hago ruidos e