-¡Nos alegra tanto saber que ya estás mejor! – dijo Valery, viendo emocionada a su amiga, quien había comenzado a verse rozagante nuevamente. -Creo que me he recuperado gracias a todas las atenciones que me han dado aquí - soltó con sincero agradecimiento. Lo cierto era que, si no hubiera sido por Valery y la abuela, Georgia habría estado completamente perdida. Ellas se habían convertido en su norte y la habían ayudado a sobrellevar su enfermedad y todos aquellos sentimientos negativos que habían estado atormentándola. -Me siento tan bien que incluso he pensado en salir a caminar un rato – dijo Georgia. -Un poco de sol no te hará daño – aseveró la abuela con una sonrisa tierna. Aunque Valery estuvo en contra de aquella idea, Georgia aseguró que se sentía lo suficientemente bien c

