Aquella fue una semana realmente complicada para Georgia, la mujer estaba sumamente cansada y de alguna forma necesitaba un respiro de atender mesas, ya ni siquiera le daba hambre de toda la comida que veía a diario, definitivamente iba a tener que encontrar otro trabajo pronto porque si no terminaría por enloquecerse. Justo cuando la mujer llegaba a casa, se quitaba los zapatos y se echaba en el sofá de forma descuidada, ella recibió una llamada en su celular, el identificador no reconoció el nombre, era un contacto desconocido, Georgia miró el aparato durante algunos segundos, después de todo lo que sucedió con aquellos hombres que intentaron secuestrarla, ella no estaba muy segura de que contestar fuera lo más prudente, de modo que dejó que la llamada se fuera a buzón de voz, sin emba

