Georgia estaba echando humo por las orejas a causa del malestar que sentía por el atrevimiento de aquel hombre, ¡Ugh! Definitivamente no importaba lo que dijera la abuela, ni siquiera la misma Valery, la verdad era que, Georgia estaba más tranquila estando sola. -¡Has llegado más temprano de lo que pensé! – chilló la abuela confundida. -No tenía ganas de estar afuera por más tiempo, te lo dije abuela, debí haber venido contigo. La abuela Abba abrió los ojos con sorpresa al escucharla hablar de esa forma, estaba claro que algo le sucedió a la chica, y sin duda alguna ella iba a averiguar de que se trataba. -¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué te ves tan molesta? – la mujer se acercó a Georgia, se sentó a su lado y agarró sus manos, que estaban frías. Georgia no quería que la abuela se p

