Saber que mañana volveremos a la vida normal nos hace completamente felices, pero no porque no queramos estar aquí, sino por el hecho de que podremos comenzar a construir el futuro que tanto hemos esto soñando este tiempo. Con ella es fácil soñar con el futuro más hermoso, y es por eso por lo que no le tengo miedo a nada. —¿Estas lista para volver a casa? —me pregunta mientras que ella va levantando mi camiseta lentamente. —¿Podemos hablarlo después? Ahora mismo no puedo concentrarme en nada —explico haciéndola reír. —Me pregunto porque —murmura divertida y una vez que termina de quitarme la camiseta, ella lleva sus manos a la cintura de mi pantalón y sonríe—. Olvida la pregunta —bromea y me vuelve a besar. —Te deseo con locura, torbellino mío —declaro y la tomo de la cintura para que