Hoy ha sido el día más difícil desde que hemos llegado aquí. Salir de la casa no fue una posibilidad, la lluvia no nos dio la posibilidad de salir a despejarnos y eso ha complicado bastante la situación. He hecho todo lo posible para que ella estuviera mejor, pero hay algo en ella que pareciera haber cambiado y no consigo entender lo que le ocurre. Solo está en silencio acostada en el sofá con su cabeza apoyada en mis piernas mientras que miramos una serie de televisión. No puedo contener mis impulsos de acariciar su cabello, de verla y perderme en su belleza, pero de pronto me desconcierto cuando veo algunas lágrimas corriendo por su rostro. Miro la pantalla tratando de entender si es la escena la que la tiene así, pero ni siquiera es algo triste lo que está sucediendo. —Mi torbellino,