Samuel ahora tiene todo lo que siempre quiso, estaba a cargo de la empresa de su familia a un costo demasiado elevado. El sin sabor del éxito lo abrumaba, no le dio la debida importancia a las cosas reales en su vida cuando las tuvo y ahora es demasiado tarde para arrepentimientos.
“¿Cómo pude ser tan estúpido para no valorar lo que tenía?” resoplo en la soledad de su oficina.
— Señor Ford, su hermana desea verlo –notificó su asistente por el intercomunicador-
— Hazla pasar, por favor –autorizó desganado
Unos suaves toques sonaron y la puerta se abrió, dejando entrar a la elegante y sofisticada rubia.
— ¡Adelante! –pronuncio reajustando su posición erguida sobre la silla- toma asiento
— Samuel –resopló ella, doblando la pierna al sentarse- ¡Felicitaciones! Ahora tienes lo que siem
