CAPÍTULO SIETE

1277 Palabras
BASTIAN   Cuando el cuerno suena anunciando el inicio de la competencia, los gritos del público son ensordecedores y todos los participantes echan a correr en un intento frenético por llegar antes que los demás a las pruebas de agilidad, en ellas hay toda clase de obstáculos dispuestos de tal forma que sólo los que tengan mayor control sobre su cuerpo puedan ser capaces de sortearlas con facilidad, y aunque son más de cincuenta participantes, mis ojos sólo se enfocan en ella y en la forma en que su cuerpo salta, escala o esquiva los obstáculos de la pista, en como sus pies parecen danzar por encima de los obstáculos de equilibrio y en la facilidad que tiene para pasar por entre los competidores más grandes y hacerlos ver como unos gigantes lentos y sosos.   La gracia de sus movimientos y la elegancia y altivez que emana de su ser cuando ella sortea los obstáculos es un espectáculo digno de admirar, y no soy el único observándola atentamente, pues pareciera que hoy todos los ojos están puestos sobre ella, y esa fachada de frialdad que sabía que su familia tenía para hacerle creer a otros que no les importaba lo que pasara con ella, ha caído hoy de forma definitiva, pues habría que ser ciego o tonto para no darse cuenta la preocupación que emana de cada uno de ellos, como contienen el aliento cuando ella está a punto de sortear un obstáculo particularmente difícil, o como suspiran en unísono cuando ella logra pasarlos con éxito, y para el momento en que ella va llegando entre los primeros puestos al final de la primera etapa de la competencia, su familia está gritando y dándole ánimos, y sorpresivamente, la mitad de su pequeña manada está haciendo lo mismo, empezando por el alfa, quien ha estado siguiéndola a lo largo de la pista gritándole instrucciones como si fuera su entrenador.   “Así que todos ellos sólo estuvieron fingiendo,” escucho a mi madre murmurar junto a mí mientras observa con atención a su familia y su manada.   “Probablemente temían algún tipo de escarmiento por parte del abuelo,” le respondo de forma distraída y aún con la vista fija en ella, quien en este momento está atravesando un pequeño pantano en el medio de la pista.   “Eso es exagerado, ni que el rey los hubiese asesinado por tratarla bien,” mi madre dice y yo le lanzo una mirada de incredulidad, pues ella conoció mejor que nadie los ataques de ira de mi abuelo.   “Bueno… está bien, puede que sí, pero no a toda la manada, igual y pienso que estaban esperando este momento,” ella dice encogiéndose de hombros.   “¿Qué momento?” le pregunto mientras veo a la chica escalar un árbol gigantesco con una facilidad impresionante, llegar hasta la copa, tomar una de las treinta banderas y luego saltar por encima de la cerca que divide la primera etapa de la segunda, mientras su manada entera estalla en gritos de júbilo e incluso algunos otros espectadores están aplaudiendo también.   “El momento en que el rey muriera, es obvio, nunca antes la chica se había dejado ver, así que, si ahora está aquí en el festival, y no sólo eso, sino que compitiendo en la luna de sangre, quiere decir que no sólo temía a tu abuelo, sino que claramente ese temor no se lo inspiras tú, el nuevo rey,” mi madre dice entrecerrando los ojos mientras observa a la chica tratando de resolver el primero de los tres enigmas de la etapa de agilidad mental.   “Estás viendo cosas donde no las hay, madre, no es que no me tenga miedo, y de hecho no debería tenerlo, ella es una de mis súbditas ahora, no debe temerme sino respetarme; creo que simplemente se cansó de estar en las sombras, después de todo ella tiene sangre de alfa y sabes perfectamente bien que los alfas no estamos hechos para seguir órdenes tan fácilmente,” le digo y ella asiente con una media sonrisa irónica.   “Precisamente ese es mi punto, ella no sólo tiene sangre de alfa, tiene sangre real, lo que quiere decir que no agachará la cabeza ni siquiera frente a nosotros, ella es la heredera al trono si tú llegases a morir sin tener un heredero, y si decidió aparecer de nuevo después de la muerte de tu abuelo es porque sabe esto muy bien y quiere tomar lo que cree que le pertenece,” mi madre responde con un tono severo.   “Estás exagerando madre, ni siquiera sabemos si puede ganar la competencia,” le digo y en ese momento los gritos de júbilo se escuchan más fuertes que antes, así que volteamos a ver hacia la pista y vemos que la chica ha completado la tercera prueba.   “Ya ves, cada vez son más personas las que la están apoyando, si ella llegase a declarar su intención de recuperar el trono, ¿cuántos de estos la seguirán?” mi madre pregunta en voz alta y yo sacudo la cabeza con exasperación.   “Deja ya las teorías conspirativas madre, ella es sólo una chica, no puede acabar con todo un reino, así que no te preocupes,” le respondo, pero mis ojos se clavan en ella mientras trata sin éxito de transformarse en lobo completamente para poder correr hacia la tercera y última etapa de la competencia.   Los murmullos se extienden por todos los terrenos del palacio mientras las personas empiezan a darse cuenta de que ella no es capaz de una transformación completa, y poco a poco todos aquellos que la estaban vitoreando, a excepción de los miembros de su manada, dejan de aplaudir y gritar y no pasa mucho tiempo antes de que las personas empiecen a soltar risitas burlonas y a señalarla con el dedo, mientras ella se ve angustiada y desesperada.   “Bueno, puede que tengas razón después de todo, no veo razón para que nos preocupemos por ella aún,” mi madre dice en tono burlón y yo le frunzo el ceño.   “¡Usa tus emociones, Elina! No dejes que te controlen, tú debes controlarlas a ellas,” escucho a su alfa gritarle desde un lado de la pista, la desesperación en su voz es evidente y me pregunto si él obedeció mis órdenes de enseñarle a transformarse por completo.   Finalmente, la chica para por completo sus intentos por lograr una transformación total y echa a correr con todas sus fuerzas, los sonidos de asombro que salen de la multitud llegan hasta la tribuna en la que estamos sentados con mi madre y los guardas reales, y mi madre exclama:   “Pero ¿qué cree que está haciendo? Debe transformarse por completo si quiere pasar a la siguiente etapa,”   “No es así, no hay reglas en la competencia, simplemente debe llegar entre los primeros veinte hasta la arena de combate, si lo logra entonces estará en la última etapa,” yo le señalo y mi madre me mira con incredulidad.   “¿Cómo va a lograr llegar entre los primeros veinte sin transformarse por completo? No será capaz de vencer en velocidad a todos los otros lobos que sí se transformaron completamente,” mi madre responde, y cuando miro hacia la pista veo que tiene razón, casi todos los participantes que van terminando las tres pruebas de la segunda etapa se empiezan a transformar por completo y echan a correr en su forma de lobo, pero la chica es rápida, mucho más rápida que algunos lobos, pero no sé si eso le alcanzará para llegar entre los veinte primeros.
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