(Nara Annie Rowan)
La iglesia se estaba cayendo a pedazos, el cielo nocturno estaba brillando con indulgencia, pequeñas estrellas titilaban al compás de las flamas, la luna se veía como un espectador más, y un brillo rojo subía hasta perderse en el cielo, por extraño que pareciera el humo n***o que era de esperarse, no estaba presente, solo había llamas que envolvían todo, desapareciéndolo. Mis lágrimas estaban ahí, descendiendo sobre mis mejillas, leves sollozos eran ocultos por el sonido de la madera al caerse y consumirse.
― Annie. ― Dante me llamó, y me rodeó con un brazo. Me ayudó a sentirme tranquila, pero una parte de mí estaba destrozada. Deli solo había sido una víctima más de la maldad de este mundo. Pude ser testigo de ello, de su vida, de todo lo que hizo y por lo que pas
