― ¿Quieres más duro corazón? ― mi mano en su cadera sube a sus pechos. Muerde su labio inferior haciéndolo sangrar, abre los ojos mirándome contraída en el placer y dolor. Sus tetas rebotan hacia delante, las golpeó oyendola gemir. ― Maldita masoquista ― gimo sintiendo me aprieta y su segundo orgasmo llega complaciendo a mi m*****o ― Me encantas ― salgo de ella girandola chilla, me monto sobre ella penetrandola de nuevo ― me estas volviendo loco Fadyx... Las manos de Fadyx no tardan en viajar por mi cuerpo y sostenerse de mis hombros, la penetro como no pude ayer. Sus uñas se entierran en mi piel. ― Mael me duele... ― se queja gimiendo y sollozando, aferrandose a mis caderas ― No pares... ¡Ah! Frunzo el ceño... observando su rostro húmeda. La analizó esperando ver sangre aparte de s