Andreus Mavros Ayudo a la muñeca de hebras doradas a ponerse sus sandalias para ir a la cocina, no me pierdo de como Enzo la mira, es más serio y analítico con ella que cualquiera, a pesar del mal momento que pasa, Enzo no simpatiza demasiado. Envuelvo mi brazo en su cintura y la acerco a mi cuerpo llevándola a la cocina, dónde Kurt ya está terminando el vaso de leche caliente con las galletas que Leonid le ofrece, Kayda sonríe sentandose en el taburete, Kurt le acerca la leche y Leonid las galletas. — Gracias, lamento tantas molestias — susurra provando la leche con la cual suelta un gemido de satisfacción que no ayuda a mi deseo por ella. Leonid se tensa al igual que Kurt. — Creo que te ha gustado. — Sabe muy bien ¿Y ustedes? — pregunta viendo que solo ella tiene leche. — Preferim