Cuando esperamos a que la pizza esté lista, bebemos un poco de vino, la observo y ella a mí. - Eres bellísima – digo y ella niega con la cabeza. – felicidades por el nombramiento - Hay muchos que piensan que no merezco el puesto – responde algo preocupada. - Amor, a un León no le quita el sueño la opinión de las ovejas – digo y ella me observa pensativa – sé que eres perfecta para el puesto, no por ser heredado, sino también estudiaste, te preparaste, recuerda que tu trabajo de grado le hizo ganar a tu padre millones de dólares – le recuerdo y ella asiente - ¿crees que debo demostrarles lo buena que soy? – pregunta pensativa y yo la observo con ternura. - Recuerda que demostrar que eres mejor también es un insulto –