Luego de que su padre me insistiera una y otra vez de todo lo que debía hacer y de qué y quien debía cuidar a Yana, finalmente salimos de su despacho. Debo admitir que a pesar de que todo esto es tan solo una farsa para engañar a Hans, he de decir que el embajador realmente esta preocupado por la situación en la que se encuentra Yana y no es para menos, después de todo, esto es en parte es culpa suya, y ahora sacarla de allí es todo un reto.
Salgo de su despacho tratando de mantener mi profesionalismo, pero es muy difícil cuando la veo a ella siento victima de las caricias de él en su rostro. Al verme, ella se aleja y camina hacia su padre y yo —¿Ya se han puesto de acuerdo?— Pregunta seria.
Su padre asiente —Ya, a partir de este momento, Pierre se encargará de cuidarte— Informa y ahora
