(Esto ocurrió exactamente cuando Alyssa vio a Mikkel y Shay besándose) —¡¿Qué te pasa, loca?! —alejé a Shay de mí y busqué con la mirada a Aly, pero ya no estaba—. ¿Por qué vienes así a mi casa? No recuerdo haberte invitado. —Ya no necesito invitación para venir a verte, soy la madre de tu hijo —tomó mi mano y se la llevó al vientre. La alejé de inmediato, puse mis dedos en el puente de mi nariz e intenté tranquilizarme—. Supongo que ahora sí puedo vivir acá, ¿verdad? —No me vengas con esos cuentos, yo siempre utilizo condón, y por lo que tú me dijiste también tomas pastillas anticonceptivas. —Te equivocas, ¿no recuerdas que lo hemos hecho sin condón? —frunció el ceño. —Usé condón hasta con la chica que quiero, ¿crees que contigo no iba a usarlo? Que lástima que tengas que llegar a es