JOSHUA La llamé al día siguiente después de mis clases porque sabía que ella iba a salir con sus amigas y a mi me tocó quedarme en la fraternidad haciendo nuestra limpieza de cada dos semanas. —Tenemos mañana un partido amistoso en la UWG. Quiero que estés ahí —comenté. —¿Amistoso? Nada de lo que hacéis con esa universidad es amistoso. Ese cabrón de Kaden tenía suerte de no jugar al baloncesto, porque le partiría la cara en mitad de un partido. —Porque son unos cabrones. ¿Estarás? —Claro. Me aseguré de que estuviera como siempre: con una sudadera con mi número y mi nombre. Antes de salir en el autocar a la UWG me pasé por su habitación a toda prisa pero sólo estaba Nora. —¿Y Hannah? —pregunté. —Se está duchando, ¿qué traes ahí? Pensé en esperarla, pero Hannah tardaba demasi