(...) Cuando llegamos al hospital los enfermeros pasaron a Hanna de la camilla a una silla de ruedas y rápidamente nos adentramos en el hospital y digo nos adentramos ya que Hanna no quería soltar mi mano, ni la de Caleb , ni nosotros la de ella ,simplemente no la quería dejar que pasará por esto sola, aunque finalmente nunca estará sola, porque allí estará Caleb, Harry, sus padres y todos la que la amamos con todo el corazón. Al llegar a una puerta en la que se lee "Solo personal autorizado" se detuvieron y pusieron su mirada en Caleb y en mí. -Chicos, solo uno de ustedes puede pasar- Caleb y yo intercambiamos miradas, hasta que finalmente hablé yo. -Eres el padre, es tu momento, cuídala- me acerqué a Hanna y besé su frente y luego abracé a Caleb y besé su mejilla. El