(...) Luego de la comida, regresé al cuarto en donde me dijeron que dormiría que por cierto era el mismo de los niños. Me acosté en la cama y cerré los ojos con cansancio, pero escuché unos murmullos y los abrí y los vi, allí estaban todos los niños a mi alrededor observándome con curiosidad. Me incorporé de la cama y vi cómo se asustaban por mi movimiento - no se asusten niños -susurré para no despertar a sus padres. -La gente dice que mataste a muchas personas-.dijo uno de ellos. Me quedé en silencio avergonzado. -¿Es cierto?-preguntó otro. -No es algo de lo que me enorgullezca - dije aún con la mirada abajo. No podía mirarlos a los ojos, porque lo que había hecho estaba mal a pesar de que no era algo que deseaba hacer, sólo eran órdenes y debía seguirlas. -¿Porque l