Becca se encontraba en su dormitorio, ocupada con el proceso de empacar para su viaje a Nueva Zelanda. Después de una planificación minuciosa y la compra de boletos, se encontraba de pie en su dormitorio, organizando todas las pertenencias que necesitaría durante su estancia en Nueva Zelanda. Al principio, Becca había anticipado que Neal y Allegra se opondrían a la idea de su viaje, pero se sorprendió gratamente cuando aceptaron la idea con entusiasmo, siempre y cuando su médico le hubiera dado luz verde para viajar. Mientras revisaba minuciosamente la ropa esparcida sobre la cama, la dobló con cuidado y la colocó en la maleta. Luego, organizó sus artículos de tocador, que estaban guardados en bolsas individuales. Mientras lo hacía, una pequeña carta que el Sr. Shavers le había entregado,