ERIS Suspiro pasándome la mano por el cabello mientras observo la nieve caer mientras estoy sentada en uno de los sofás que hay en la terraza de cristal que hay en la mansión de los Sinclair. Han pasado semanas desde la fiesta de navidad y aún sigo sintiéndome vacía. Las palabras de Anna me afectaron en ese momento, pero después me di cuenta de que lo que hablo por ella en aquel momento fue su envidia, porque sin importar cuan inferior me quiso hacer sentir yo tengo algo que ella quiere. Bajo la mirada al anillo que tengo en mi dedo sintiendo como los ojos se me llenan de lágrimas al saber que le estoy haciendo daño. No fueron las palabras de Anna las que me dolieron, fueron las de mi padre. Lo sucedido aquella noche rompió algo dentro de mí, pero lo que realmente me destruyo fue el

