Deva Smith.
Ellos derriban la puerta y entran, ¡oh, dios! Estoy jodida. Sé que este es mi último momento, me doy la vuelta y cierro los ojos, en quien pienso por último es en mi pequeña Emily.
Escucho varios disparos en la habitación, me doy la vuelta y todos caen al piso. En medio de todos veo a Dominic de pie, suelto el arma y corro a sus brazos, pero él se aleja y ni me mira a los ojos.
—¡Dominic, que pasa!
Él levanta la mirada y puedo ver en sus ojos dolor, es tan extraño.
—Hablaremos después, salgamos de este lugar, Deva.
Incluso cuando dice mi nombre su voz suena pesada.
Salimos de la casa y todos los hombres están muertos, veo a Marcos y me siento feliz. Qué bueno que no le hicieron nada.
—Marcos, lleva a Deva al auto, aún debo encargarme de ese bastardo.
—Como usted diga,
