Deva Smith. Ayer le dije a Dominic que no lo amaba, despierto al escuchar a Emily llorar. Lloré y bebí durante toda la noche. ¡Maldición, siento que mi cabeza va a explotar! Voy con Emily y la cargo para que se calme, no puedo alimentarla con mi leche después de todo el vino y vodka que me tomé ayer por la noche. Bajo por las escaleras, paso por la sala y justamente alguien toca, no quiero ver a nadie. Quizás sea algún vecino, no lo sé. Abro y veo a Dominic, él me sonríe y solo entra. —Buenos días, Deva, traje el desayuno. —Dominic, ¿qué haces aquí? —Quería verlas y traje el desayuno. —Tú no desayunas. —Ahora lo hago por tu culpa, creo que me acostumbre, además mi gastritis se calmó, creo que era porque me saltaba el desayuno, ve y pon la mesa, quiero ver a mi niña. —Está bien