—Por fin mañana nos vamos a nuestra casa. —Si estoy feliz. —Yo también, te prometo que no voy a desaprovechar esta nueva oportunidad que me estas dando. Me da un beso. —Ya duérmete preciosa que no puedes abrir los ojos. Empieza a acariciar mi cabello y no tardo en quedarme dormida. Por la mañana Ethan me despierta con el desayuno en la cama. —Vaya que sorpresa. —Hoy es un día especial, por fin nos vamos a nuestra nueva casa. —Si estoy muy entusiasmada. —Yo también preciosa, presiento que vamos a ser muy felices ahí. Empezamos a desayunar y después nos damos una ducha que como siempre dura más de normal porque Ethan no deja de acariciarme. —Preciosa hay algo que no te he dicho. —¿Qué sucede? —Tú madre esta intentando vender tu casa. —¿Para que quiere venderla? —Esta pag