Casi al amanecer Ethan me despierta besándome. —Es increíble que hasta con esa playera vieja me parezcas muy sexy, no tienes una idea de lo que me haces sentir. Empieza a hacerme el amor muy lentamente, cuando sabe que estoy a punto se detiene. —Ethan. —¿Qué? —No te detengas. —¿Porqué no? Empiezo a desesperarme y lo sorprendo cuando le doy la vuelta. —Vaya alguien está muy ansiosa esta mañana. Empiezo a moverme despacio y poco a poco aumento la velocidad, mi cuerpo está completamente a la deriva, siento que el placer me invade de una manera tan inesperada que grito. Ethan de inmediato me besa para acallar mi grito. —Por poco y te escuchan todos en la casa. —Lo siento, no sé que me paso. —Me encanta que lo hagas pero te recuerdo que hay más personas en esta casa. —Como olvid