Iker sabia de las heridas de Romy pero a pesar de saberlas no se sentía culpable de ellas pues su pensamiento era más fuerte que sus emociones, él definitivamente estaba siendo el demonio en la vida de un ángel. Narra Idally: Su forma de ser, su manera de actuar, todo en él estaba maldito, no era que estuviera embrujado pero todo en él era oscuridad, daba miedo su presencia. A él no le afectaba el haberme hecho daño, no era sincero, algo en mi me lo decía, algo me decía que jamás cambiaría, que él un peligro, que era destrucción pero aunque algo me lo dijera nada estaba asegurado. El ocasionaba miedo en mí, pero aun sabiendo eso, no era tiempo de huir, quizás era tiempo de intentar de dejar de escapar solo para protegerme... Romy ese hombre me da miedo—expreso Daniel abrazándose a