Mark Wilson. Hoy amerita un trago fuerte, de esos que te queman la garganta y te revolucionan la cabeza. Este domingo fue el más atípico de muchos años en mi vida. En cualquier otro momento hubiese pasado completando algunos proyectos atrasados, contestando correos o en algún almuerzo de negocios, sin embargo, me pasé viendo más capítulos de dibujos animados de lo que vi en toda mi infancia y ya supondrán gracias a quién. No puedo decir que fue aburrido, al contrario, escuchar las risas de mi hija y Amber durante toda la tarde lo compensaron, pero no puedo evitar pensar que es un tiempo perdido que pude haber hecho algo más productivo que solo mirarlas reírse y comer palomitas. Me sirvo un vaso de wiski con mucho hielo el cual tomo todo de un golpe para inmediatamente servirme otro. Co