Amber Boh. —Estas muy dispersa hoy, Doctora Sonrisa —Vivi se sienta a mi lado en la cantina. —Ni siquiera has probado tu chocolate y ya se te enfrió. —Solo estaba pensando. Agarro una galletita, pero al final lo dejo nuevamente en el plato sin comérmelo. —Pues, estos días has estado en el planeta pensamiento todo el tiempo —toma su propio jugo sin dejar de mirarme. —¿Ha pasado algo con el Señor perfecto? ¿Te ha tratado mal? —No, al contrario —sonrío. —A excepción de sus excesivas reglas y de esa vez que me escuchó hablando contigo, ha sido muy gentil y… —¿Y? —me mira intrigada. —No sé cómo explicarlo, es complicado. Apoyo mi cabeza en la palma de mi mano y me quedo mirando hacia la ventana, en silencio, solo pensando. ¿Esto es realmente complicado o quizás solo yo lo estoy malint