Solté un gruñido cuando la luz comenzó a darme en la cara, odiaba levantarme temprano. Tenía una fuerte relación con mi cama que era como si metieras a bañar a un gato. Por eso mi hermana era la única que sobrevivía cuando me levantaba en las mañanas.
Me tapé con la sabana para cubrirme, pero el sol se asomaba a través de esta, era una tortura. Tenía que levantarme. Abrí los ojos despacio para que no me lastimara la luz, cuando tuve una buena visión escuché un gruñido a mi lado, giré la vista y no pude creer lo que veía.
¡Randy, estaba en mi cama!
Lo primero que hice fue levantar la sabana para ver debajo de mí, y solté un suspiro de alivio cuando vi mis bragas, un momento ¿Quién me quitó el pantalón? Giré otra vez a Randy quien yacía dormido con sus pestañas largas y negras, parecía un
