Alessandro.
Elsa se sienta a mi lado, mientras vemos a Katherine y Nicolás jugar.
—La amas, ¿verdad?
—No entiendo lo que siento, nunca me había sentido así por ninguna mujer. ¿Y si yo no le gusto a ella?
—Ella también te ama. ¿Escuchaste cuando te dijo, te amo príncipe?
—Sí, lo escuché.
—¡Sabía que lo habías escuchado! ¿Por qué no le dices algo? Yo también, por ejemplo.
—¿Y si no soy suficiente para Katherine? No lo sé, muchas veces pienso que ella se merece a alguien mejor.
—No lo creo, Alessandro. Todo lo contrario, Katherine es una mujer fuerte y hermosa como también tú eres un hombre fuerte y que a pasado por mucho, creo que los dos se complementan muy bien. Tienen un hijo que los ama y al que aman ambos.
—También pienso que no soy bueno para Nicolás. No sabes lo mal que me si
