(Narra Carter Travers)
― ¡Maldita sea! ― Bramó Dante una vez entramos en su camioneta. Cuando Annie se fue corriendo él se quedó ahí parado en shock, y después de un rato se dio la vuelta y caminó en silencio total. Cuando se sentó y yo cerré mi puerta, se llevó las manos al volante y apretó con todas sus fuerzas. ― ¡Ni una palabra de esto, Carter!
―Yo no vi, ni escuché nada. ― Afirmé. Aunque por dentro estaba que me partía de la risa. ¡Habían rechazado a Dante brutalmente! Pero también había que entender a Annie, hasta yo hubiera dicho que no si alguien se me proponía así. Le faltó más…Más de todo. Preparación, romanticismo y sobre todo tiempo. Mucho tiempo.
Dante condujo como maniático por las diminutas calles de Green Cold, se pasó dos altos y llegamos al otro extremo del pueblo en
