Alejandro había vuelto al trabajo, aunque aún preocupado, Margarita lo había sermoneado lo suficiente como para que volviera a su trabajo, los médicos le contaron a Alejandro de un tratamiento experimental lo bastante efectivo, pero costoso, lo cuál no le importo a él, una razón más para volver al trabajo. Tendría que generar más dinero si quería a Margarita sana y salva a su lado. — Buenos días señor Campbell, tengo listo el documento que me pidió. — le hizo saber Ana. — ¿De verdad compro la empresa del taxista solo por qué freno bruscamente mientras usted y Sophia dormían en el taxi? — pregunto curiosa. Alejandro extendió su brazo pidiendo el documento, con una sonrisa en los labios lo observó detalladamente. — Si, así es. Y no quiero que le digas ni una sola palabra de esto a Sophia