[KEIRA] (Por la madrugada) —No dejes de moverte así— le suplico aferrándome a su espalda mientras que sus embestidas son tan precisas como lo son sus palabras que me dice la mayoría del tiempo. Lo aprisiono con mis piernas de tal manera que sus movimientos se vuelven más profundos, y el Dane salvaje que me ama en estos momentos, muerde mi hombro de una manera que me hace delirar y que provoca que mi cuerpo entero se rinda ante su perfecta manera de hacerme suya —así sirena… déjate llevar— me dice al oído y se mueve un poco más buscando su alivio hasta conseguirlo y besarme con esa malicia de chico sexy que tanto me gusta —te amo con locura— me susurra al oído y lentamente sale de mi para caer rendido a mi lado sobre esta cama que se ha convertido en testigo fiel de nuestras noches en S