[KEIRA] (Esa misma noche) Después de un día sumamente complicado por todo lo acontecido, pase por mi departamento a ducharme, cambiarme de ropa, y a preparar un pequeño bolso para poder pasar la noche en casa de mi novio, y ahora finalmente estoy frente a su puerta. Golpeo con mi corazón latiendo a mil por hora y a los pocos minutos la puerta se abre dejándome ver al hombre de metro noventa que a cada instante me roba mil suspiros —buenas noches sirena, te ves preciosa— Me dice paseando su mirada gris por todo el largo de mi conjunto de dos piezas compuesto por una blusa por encima de mi ombligo y una falda ajustada a mi cuerpo que llega arriba de mis rodillas. —Tu tampoco te ves nada mal— Bromeo y observo la manera tan perfecta que le queda ese jean oscuro y camiseta gris con cuello.