[KEIRA] Lo que menos imaginaba en este viaje era encontrarme con Oliver y su mirada intensa que más de una vez me incomodo cuando nos sentábamos en la misma mesa en la sala de juntas. Decido dejar mis pensamientos atrás, y simplemente me abrazo al fuerte brazo de mi novio mientras que cierro mis ojos y disfruto de la exquisita sensación que es estar en el aire —¿tienes sueño? — lo escucho preguntarme y sonrío. —No… ¿tu? — averiguo. —Un poco, digamos que anoche dormí poco— responde bajito. —No fui yo la quien propuso una noche con helado de chocolate— me defiendo. —Lo sé y no me estoy quejando, es solo que también me quede pensando en lo bajo que callo Salma en querer insinuarte que el bebé era mío— me confiesa y ahora sí que lo entiendo un poco mejor. —Te entiendo, pero si es como tú