(Un mes después…) Moscú, Rusia. Natasha caminaba a paso lento, se quitó las gafas de sol y giró un poco la cabeza, sonrió discretamente y aceleró un poco más el paso, entró a un edificio, subió al elevador, presionó los botones con prisa y esperó hasta llegar al último piso, bajó del elevador y subió por unas escaleras. Abrió una puerta y se pegó a la pared. Unos segundos después, aquella puerta se abrió. Natasha sonrió y enarcó una ceja. —¿Por qué estas siguiéndome?—Preguntó mientras se cruzaba de brazos. Noah se giró y ladeo la cabeza, un poco avergonzado al verse descubierto. —Se me hizo extraño que vinieras aquí, por un momento pensé que ibas a saltar con un paracaídas o algo así. —Miras muchas películas— dijo ella un poco desdeñosa. —¿Podemos hablar?. —Eso hacemos, ¿Qué cre