An estaba rendida en la cama, apenas y podía respirar, parecía que había corrido todo un maratón y cruzó la meta más de tres veces, mientras que Jeremy se veía fresco, como si hubiera sido nada.
Se había duchado y se preparaba para marcharse.
—No has dormido nada.
Él la miró y sonrió, que alguien se preocupara por él, era agradable. —Estoy bien, dormí un poco durante el vuelo y por alguna razón, me siento muy bien.
—¿No estás cansado?—Preguntó ella al recordar como al final su cuerpo estaba sudado, pero con mucha energía.
—No, me encantaría seguir, pero tengo que irme.
An sonrió, esto del sexo, se estaba volviendo adictivo, pero también tenía cosas que hacer, así que se levantó de un salto y se envolvió en una sábana, fue a darle un beso que fue correspondido y le ayudó con los boton
