—Mira las estrellas —la voz de Colton ahora era suave, se notaba calmado. Los dos nos habíamos acostado mirando las estrellas. Yo pensaba en lo que había hecho con él, me sentía diferente ahora, me sentía más... suya. Apreté los ojos tratando de no pensar en eso. Colton no es de relaciones y eso lo sabía muy bien. —Las estoy viendo. —Se ven inmensas —dijo— Cuando te sientas sola y perdida, Monique, mira las estrellas; ellas sabrán guiarte. —su tono sonaba como melancólico, como si en el fondo sintiera tristeza. —¿Por qué estás triste? —cuestioné mirándolo. —No lo estoy —me miró— todo lo contrario, me siento extasiado por estar aquí contigo. Por hacer el amor —me sorprendían sus palabras. Aveces era la persona más cursi del mundo y otras veces el más frío. —Colton, hablas demasiad