Capítulo 39 Calma antes de... Narra Tte. Lucas Monroe. Después de horas en donde solo nos dejamos llevar por el deseo y la lujuria, en donde pude saborear cada centímetro de su cuerpo. Y tanto absorber su exquisito su aroma como deleitarme con el sonido de su voz cuando gritaba mi nombre, la tengo aquí, tan callada y tan serena, dormida entre mis brazos. De seguro ha de estar completamente agotada. Llegamos a la cabaña y eran casi las cuatro de la madrugada y no paramos de disfrutar el uno del otro hasta después del amanecer. Como si no había un “mañana”, y como si realmente solo nos tuviéramos el uno al otro comprometiéndonos a darlo todo. Aún puedo saborear lo magnífico que fue poder deleitarme en ella, relamo mis labios al recordar sus manos envueltas en mi cabello, manteniéndome