Las manos de Anisa temblaban mientras sus ojos recorrían repetidamente las palabras en negrita: SOLICITUD DE DIVORCIO.
¿Solicitud? Definitivamente ella no recordaba haberse sentado a hablar de nada sobre un divorcio, aquello tenía que ser un error.
Anisa dirigió sus ojos llenos de pánico hacia el abogado.
—¿Esto es una broma?
—No recuerdo que “comediante”
esté en mi descripción de trabajo, señorita Pride —respondió el abogado, con un tono ofendido.
—¿Entonces qué es esto? —exigió Anisa, con una voz más alta de lo que pretendía, cargada de frustración.
—Es exactamente lo que estás viendo, señorita Pride, Logan quiere el divorcio.
Anisa notó cómo el abogado seguía refiriéndose a ella por su apellido de soltera, como si ella y Logan ya estuvieran divorciados.
—Mira, no compliques es
