Anisa miró al hombre frente a ella, estaba sorprendida, pero no impactada, porque sabía que él vendría. Habiéndolo conocido por más de dos años antes incluso de casarse, sabía lo impulsivo que podía llegar a ser, por eso les había dicho a sus guardias de seguridad que no lo detuvieran si se colaba en la casa, solo que no esperaba que lo hiciera tan pronto. —Bienvenido, Logan, te estaba esperando —dijo con calma. Él dejó escapar una risa carente de cualquier calidez. —¿Es esa la excusa que vas a usar ahora que te he atrapado? —¿Ahora que me has atrapado? —Anisa rodó los ojos—. Por favor, no seas tan dramático, no te queda bien. Los ojos de Logan ardían mientras la miraba fijamente, tres años y finalmente la tenía frente a él otra vez después de tres largos años, había pasado tantas no