El coche se detuvo frente a un lujoso resort junto a la playa, con sus paredes blancas resplandeciendo contra el telón de fondo del océano turquesa.
Anisa parpadeó mientras el suave sonido de las olas rompía contra la orilla despertando algo profundo en su memoria.
Estaban en Cabo San Lucas.
En el instante en que lo comprendió, se le cortó la respiración, entonces miró hacia las arenas doradas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista, los acantilados escarpados que se alzaban a lo lejos y las aguas centelleantes que parecían no tener fin. No era cualquier lugar.
Era el lugar al que había creído que irían ella y Logan para su primera luna de miel, cuando se casaron hace cinco meses, pero, por supuesto, justo después de la boda, Logan había cancelado la luna de miel.
El pecho se
