Annie — Me das asco. — refutó sin siquiera escuchar lo que tenía que decirle. — sí, cuando te ví pensé que era una equivocación, no creí que la diosa luna se burlara de mí de está manera... — alcé una ceja inquisitiva. — Bien, entonces es perfecto, la situación no podría ser mejor, porque tú también me das asco. — el rostro de Jeffrey se desfiguró en una mueca de confusión. — ¿Qué? ¿Acaso no era eso lo que querías escuchar? Vamos a cortar este lazo. Vine preparada así que se cómo hacerlo... — extendí mi mano hacia él, pero la retiro empujándola levemente. — Entonces así será, la fría princesa de los colmilludos decide dejarme sin mi otra mitad, por toda una eternidad, más bien por la poca vida que tendré, a comparación de tu vampiro. — se cruzó de brazos y me miró fijamente. — te equiv